¿Y si sumamos a nuestra alimentación?
- Carla Restifo

- 23 abr 2021
- 4 Min. de lectura
¿Cuántas veces las recomendaciones nutricionales que escuchás o te decís tratan sobre restringir? Quizás la respuesta sea "casi siempre" y se nos vienen a la mente frases cómo: "tengo que dejar las harinas", "tengo que comer menos", "le tengo que aflojar a los dulces", y una laaaarga lista de etcéteras.
Hoy te queremos proponer darle una vuelta a esta manera de ver la vida saludable y que empecemos a pensar juntas: ¿Qué puedo sumar?, ¿Qué podría probar?.

Consideramos que es mucho más amoroso pensar en incluir acciones y alimentos beneficiosos más que en excluir aquellos que catalogamos como 'malos'.
Muchas veces en el día a día pasamos por alto la infinita variedad de alimentos, condimentos, texturas, hierbas, esencias, aromas con los que contamos. Incluso nos solemos olvidar de esos sabores y olores que nos encantan, que nos transportan y que estimulan nuestro paladar a otro nivel!.
Por eso queremos invitarte a hacer un ejercicio para que puedas detectar y tener en cuenta esas cosas que te gustan a vos, que te hacen bien, que te dan placer y que a su vez te ayudan a mantenerte saludable física y mentalmente.
Cuando SUMO y tengo más variedad para elegir, es más fácil elegir con más frecuencia cosas que me hagan bien ❤️, que me alineen con mi propósito y que me brinden tranquilidad 💆🏻♀️.
Cuando logramos verlo desde este punto la imagen mental de SUMAR es realmente tranquilizante. Cuando cambiamos la perspectiva y podemos enfocarnos en agregar alimentos que nos gustan, en vez de andar prohibiéndonos de todo y desterrando todo aquello que 'nunca debería' estar en mi alacena, logramos dar un enorme paso hacia la construcción de nuestro bienestar físico, mental y emocional.
Es cierto que quizás al sumar pueda tener que restar otra cosa en el día a día, simplemente porque todo no entra en la ecuación de mi rutina, ni en mi estómago, ni en mi heladera, ni en mi mente y porque quizás ya no me va a resultar realmente necesario realizar ese hábito que estoy transformando, que es lo más importante.
Cuando me propongo sumar y transformar acciones un paso a la vez, sin prisa, observando mi realidad con curiosidad y sin juzgar, lo empiezo a realizar en sintonía conmigo y con mi real necesidad. Hoy, puedo sumar un licuado de frutos rojos, mañana, un café con canela y leche de coco, pasado, una limonada con menta y jengibre; y si al día siguiente tengo ganas un rico chocolate caliente bienvenido sea!
Pero... cuando mi único deseo o antojo es 'ese' chocolate caliente y es lo único que tengo en mente... ojo al piojo! porque esto quizás viene de la mano con que: nunca me permito beberlo y disfrutarlo! Porque quizás lo considero 'muy calórico y/o que engorda''... Y si no es esa chocolatada 'tiene que ser' mate cocido sólo; y así pasamos del blanco al negro en un abrir y cerrar de ojos. Al repetir ese mecanismo a diario, es lógico que desee cada día 'esa' chocolatada, es lógico que sea habitual para mí desear eso, y no sólo es lógico sino que ese deseo se convierte en fisiológico porque no lo satisfago (tema que trataremos en otro momento con más profundidad).
No sólo eso, sino que también puede que sintamos 'culpa' por 'sentir' ese 'deseo'; y puede incluso que el sentir culpa por ese deseo pase a convertirse en un hábito y cuando llegamos a este punto es cuando no hay calma, no hay decisión y acumulamos ansiedad, estrés y angustia. ¿Te suena familiar?
Pero ¿Sabes que? ¡podemos salir de ese círculo!. Podés empezar con algo tan simple como escucharte un poco más, y permitirte ir mucho más allá de 'esa' dieta estricta que detalla lo que 'debo' y lo que 'no debo' comer. Te invito a que vos pienses y escribas qué te hace bien a vos, qué te gusta y cómo te gusta. ¿Te gusta agregar albahaca fresca? Entonces comprate una plantita de albahaca para decorar tu balcón o cocina. ¿Te gusta agregarle coco al licuado?, ¿Te gusta el aroma de la canela o el de la vainilla?, ¿Te gustan las semillas de sésamo?, quizás amás el agridulce de una pera con queso. (esto es muy autorreferencial claramente escribe Carli hoy 🤣)
La pregunta más importante es:
¿Qué te gusta en realidad a vos?
Que te guste más lo dulce, no significa que tenés un problema con lo dulce. Simplemente significa que te gusta lo dulce y que quizás te tientes a elegirlo más. Entonces la clave es encontrar alimentos y preparaciones dulces que sean más saludables y que te animes a incorporar a tu alimentación habitual. Podés ver un post de Nati al respecto haciendo click acá.
Te invitamos a descargarte el PDF autorrellenable 👉🏻 Incluir + y Excluir - 👈🏻 que preparamos para vos. Tomate un ratito #porvosyparvos para sentarte a hacer memoria o para imaginar, probar ideas, e ir anotando, qué olores, sabores y texturas cambian tu percepción de los alimentos.
¿Qué es lo que más disfrutás saborear?
En este archivo vas a encontrar algunos de nuestros INFALIBLES, la idea es que vos armes los tuyos propios a tu gusto. Nos encantaría que nos los compartas en nuestras redes o por mail! Podés pasarte también por el post de Car sobre el tema haciendo click acá.

Si esto te sirvió, te invito a que visites nuestro curso 28 días #PORMIYPARAMI, en nuestra sección de cursos, donde vas a encontrar muchísimas herramientas más para autoconocerte y mejorar tu vínculo con las comidas. Cualquier duda te podes comunicar con nosotras por acá o por nuestras redes sociales.









Comentarios