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Nuestras voces al comer

  • Foto del escritor: Nutri Nati Vitantonio
    Nutri Nati Vitantonio
  • 18 dic 2020
  • 4 Min. de lectura

Cuando estamos en el proceso de mejorar hábitos, en algunas situaciones, surge como de imprevisto una voz que ‘evalúa’ y ‘cuestiona’ todas las acciones que realizamos en torno a las comidas, al movimiento y en relación a nuestro cuerpo. La voz suele susurrarnos de vez en cuando… “deberías hacerlo mejor”, “no deberías haber hecho eso”, “ya la cagaste”.... La escuchaste alguna vez? Nosotras sí.


Esa voz es nuestro crítico interno, y va de la mano de la voz perfeccionista, que en un punto puede ser muy útil para allanarnos el camino a la hora de modificar hábitos y motivarnos a actuar para cumplir nuestros objetivos… pero... te pusiste a pensar en qué pasa cuando esa voz es muy fuerte y es casi la única que escuchamos?... Claro que sí mi ciela, ¡nos boicotea!. Con su discurso cultiva la ansiedad y fomenta la culpa, y encima nosotr@s le creemos al 100%, sin siquiera cuestionarla.... Pero la verdad es que ¡podemos aprender a regularla! o al menos a poner distancia.


La buena noticia es que dentro de nosotr@s existe también la voz compasiva que habla con amor y con bondad, es esa voz que te suele decir “¡ánimo! podés volver a intentarlo”, “hiciste lo mejor que pudiste, a seguir practicando”.


Esta voz, va de la mano del perdón y es la que te invita a perdonarte cuando te equivocás, hablándote con paciencia y amor.

Si por muchos años nos acostumbramos a escuchar más a nuestra voz crítica, puede que nos cueste un poco sintonizar con nuestra parte compasiva… Te propongo entonces que te animes a pensar en esa voz crítica como un simple mal hábito que tenemos aprendido y que de a poco practiques el cuestionarla un poco más, porque, te cuento un secreto… en realidad , esa voz no sos vos Su contenido no es 100% cierto y podés aprender a poner distancia y cuestionarla.


Lo que sucede es que la cultura de la dieta, con todas sus normas, sus reglas, sus mandatos, sus prohibidos y permitidos, hace que nuestro crítico interno tenga toooooda la letra, y ¡ni hablar durante los findes largos o en época de fiestas!!!


En diciembre se juntan todos los eventos, reuniones, despedidas, navidad, año nuevo, y en cada una de ellas por costumbre, abunda la comida. Y ahí nuestro crítico interno hace de las suyas!


Si vemos algo rico y no sano nos resuena en la mente “no podés comer eso”

Si nos servimos ese algo no sano “no deberías estar comiéndolo”

Si decido repetirlo, “no te podés controlar, no cambiás más”


Y a la mañana siguiente la culpa nos invade por darle crédito a todas esas frases y haber hecho lo contrario... Y ahí está de nuevo esa voz latente para decirnos “La cagaste otra vez”.


Ahora, si viste las historias de la semana pasada en el instagram de Nati, sabés que en realidad, no arruinaste nada ni la cagaste. ¡Tranquil@! Respirá. Sos human@ y estás aprendiendo, incluso nosotras estamos continuamente aprendiendo.


Como humanos, solemos dar significado a las comidas, y el vínculo entre la comida y las emociones es justamente una experiencia humana perfectamente normal. ¡Y más durante este 2020 de COVID! en el que las emociones estuvieron a flor de piel.


Entonces… No se trata de eliminar o controlar a esa voz crítica, sino que se trata de ir aprendiendo a redirigirla con una mirada más amorosa y compasiva

Te proponemos un EJERCICIO para que puedas poner en práctica para ayudarte a dar batalla a tu crítico interno y cultivar un poco más tu voz amable y compasiva.


1 - Cuando detectes que surgió tu crítico interno, observalo respirando, intentando no reaccionar y sin dejarte arrastrar. Escuchá la frase que te dice, y anotala en un papel…


2 - Buscá en tu celu una canción que realmente te guste, esa que te hace vibrar bien alto, dale play y respirá… Respirá bien profundo fundiéndote con la música, y de a poco comenzá a releer la frase pero con la intención de intentar reformularla por palabras más amorosas y compasivas.


3 - Con un lápiz pensá en una nueva frase invitando a tu voz compasiva y re-escribila como si estuvieses aconsejando a un amig@, planteala con el mismo amor y amabilidad con la que le hablarías y aconsejarías.


Por ejemplo.. si esa voz te dice:


- “no deberías comer eso” - podés reformularla por -“hoy elijo comer esto, con consciencia, percibiendo las señales de mi cuerpo”.-


- “no te podés controlar” - por -“estoy aprendiendo, me permito generar espacios para reflexionar sobre ello y seguir aprendiendo"-


- "ya la cagaste" - por - "no es el fin del mundo, respirá y volvé a intentar". -


Puede que al principio te cueste un poco, pero pensalo de esta forma:


por cada minuto que te criticás perdés 60 segundos de ayudarte a construir tu bienestar.

La verdadera magia está en tu interior, sintonizá con esa voz que te habla con amor, porque, te digo una gran verdad, esa voz, en realidad sos vos. Solamente te toca aprender a permitirte escucharla con más atención.


En nuestro curso de 28 días por vos y para vos tratamos todos estos temas y muchos más. Son 28 días para enfocarte en vos para transformar hábitos desde el amor. En la pestaña de cursos encontrarás la vista previa y toda la info. Recordá que podés escribirnos por cualquier duda o comentario, nos encanta estar en contacto con vos.


¿Cómo te hablás a vos?



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